Mundos perfectos,
No puedo parar de reír,
Ni siquiera los más pequeños,
Llegan a ser,
Decentemente buenos,
Mira a tu alrededor
Y dime, si a ti mismo te puedes creer,
Que estas contento.
Si has sido capaz,
Siento ser el encargado,
De malas nuevas informar,
Tienes mucha imaginación
O el café que te dieron a tomar,
Tenía más drogas
Que las que tomó Alicia,
Cuando al país de las maravillas
fue a parar.
Tenéis vuestras teorías,
Os oigo hablar de ellas,
Lo hacéis todos los días,
Que tu vida será mejor,
Si eres optimista,
Lo siento,
No puedo estar de acuerdo,
He superado mucho,
Si necesidad de ese cuento,
Con el realismo como visión,
Y una actitud positiva,
Como catalizador,
Esa actitud es muy distinta,
De lo que vosotros llamáis,
Ser optimista,
Se basa en analizar,
Y una solución buscar,
Poner tus esfuerzos en ello,
Para una meta lograr,
Y no es mirar sonriendo,
Como va pasando el tiempo.
Mira bajo tus pies,
Las baldosas amarillas,
¿las ves?
Pues no están hechas de cemento,
Son de cristal,
Y se quiebran bajo tu peso,
Pues la droga de tus ojos,
Te impidió valorar,
Que el camino correcto,
Era el silencioso y oscuro,
Que ignoraste nada más verlo.
¿Moraleja de todo esto?
No al optimismo por bandera,
Que cada día sea un poco mejor,
Es lo que deberías intentar,
Aunque tengas que atravesar,
Todos los días el lodazal,
Hasta que sin darte cuenta,
Un día hayas llegado a alcanzar,
La meta que el optimismo
Nunca te habría hecho lograr.
