Defensor

Esta es mi ciudad,

Este es mi destino,

Este el escudo de mi hermandad,

Este el puesto en el que sirvo,

Este es mi escudo

y quien por allí se acerca,

Es mi enemigo.

Soy el guardián de la muralla,

Juré defender a los ciudadanos,

Sólo para ello se forjó mi espada,

Recojo mi yelmo,

Una vez tengo puesta la coraza,

Y me dirijo orgulloso,

A cumplir con mi sino.

Se acerca el momento,

Expurgo de mi alma el miedo,

Siento mi cuerpo tenso,

Por el ansia del enfrentamiento,

Quizá muera en la batalla,

Pero todo tendrá sentido,

Si la muralla queda intacta,

Y no nos conquista el enemigo.

Este castillo es mi hogar,

Y mi juramento en mi alma,

Se repite sin cesar,
Veo a mis compañeros orar,

Pero mi motivación no está en los cielos,

O en un altar,

Está a mi espalda,

En todas y cada una de esas casas,

Pues amo a las gentes de la ciudad,

Amo...mi hogar.

Engaño, ¿Sin fin?

Sentado en mi escritorio,

noto algo raro,

incómodo,

algo no va bien,

está fuera de tiempo,

anacrónico.

Levanto la vista,

y ahí está,

en todas las noticias,

lavándole la cara están,

cambiando la realidad.

Tenemos nuevo rey,

pero antiguos los principios,

los de ignorar al pueblo,

que sale a la calle a pedir derechos,

y tanto reales como políticos,

solo recibe palos,

hasta el desfallecimiento.

Seguimos sin elegir a quien pagamos,

mientras nos suben impuestos,

diciendo que es una rebaja,

nos siguen mintiendo,

todo es una estafa.

Necesitamos salir del círculo,

entrar en el progreso,

eliminar a los reyes,

a los cuervos alrededor suyo,

y a los que hacen leyes,

para robar lo que fabricas,

con el sudor de tu frente.

La vida es un entrenamiento

Jorge Manrique nos dijo,

que la vida es un río que va a dar al mar,

pero yo os digo,

que más se parece a un entrenamiento militar,

lleno de pruebas,

y muchas veces, superarlas, no te va a recompensar,

hasta el final.

Necesitas superar dificultades,

actitudes hostiles,

y hacerte amigo de las adversidades,

incluso con la soledad,

porque tras pasar esas calamidades,

podrás apreciar lo bueno,

que hay oculto en los pequeños detalles.

El día menos pensado,

cuando ya nada esperes,

serás capaz de mirar hacia atrás,

verás todo lo que has andado,

reconocerás esos amigos,

que viven en tu presente,

provenientes del pasado,

verás que hay personas especiales,

en definitiva,

verás que, para mejor,

todo ha cambiado

¿Merece la pena?

¿Merece la pena?

¿quién está vivo?

¿qué es la vida?

Son tus restos en ese nicho,

Tu ausencia de alegría,

O a los que dejas atrás,

A los que llamabas amigos.

Seamos sinceros,

En este mundo, la mayoría,

Esta podrida,

Tienes tus anhelos,

Tienes tus ilusiones,

Pero si miras, al mundo, directo,

Verás que se rompen,

Como en vinilos, se rayan canciones.

Puede que yo tenga puesto un velo,

De azul oscuro,

Más bien, de opaco negro,

Pero si piensas en lo que realmente,

Sin ninguna duda,

La pena merece,

He de decirte,

Lamentablemente,

Que en el fondo del vaso,

Junto a los hielos, 

Nos veremos ambos inertes.

La vida y la Muerte

Sentado sobre mi roca,

Solo,

Con la capucha puesta

Y el cigarro en mi boca,

Miro la lista de tareas,

Y te observo en ella.

Llevo días obsevándote,

Llamaste mi atención,

A ti misma torturarte,

Parece tu única pasión,

Tu opinión de la vida,

Es triste de escuchar,

Piensas que no merece vivirla,

Pero no sabes que tu tiempo,

Se agota ya.

Trabajo recogiendo almas,

Y a su pesar,

Llevándolas al más allá,

Crees que no me conoces,

Ni nunca me verás,

Pero nunca se puede engañar,

A la parca,

La que como arma usa,

Una larga guadaña.

Muchas almas he recogido,

Que no valoraban,

El tiempo vivido,

Que deseaban morir,

Pues consideraban su vida,

Una maldición sin fin,

Pero todos sin excepción,

Suplicaron, de rodillas,

Su perdón,

Me falta tiempo, quiero vivir,

A uno tras otro,

Les oía decir.

Es una pena,

No saber la vida valorar,

Y llamarla condena,

Cuando no sabes lo que esa palabra,

Significa de verdad.

Tu caso es triste,

No deberías morir aún,

Más no viste,

Como tus pesares,

Arrastraban a tu salud.

Queda una semana,

Para que mi tacto sientas,

Y esto hablo en voz alta,

Desde mi lejana roca,

Lamentándome,

Que se te entregara un don,

De valor incalculable,

Y que para mi sería, 

El regalo más apreciable.

Optimismo vs Realismo

Mundos perfectos,

No puedo parar de reír,

Ni siquiera los más pequeños,

Llegan a ser,

Decentemente buenos,

Mira a tu alrededor

Y dime, si a ti mismo te puedes creer,

Que estas contento.

Si has sido capaz,

Siento ser el encargado,

De malas nuevas informar,

Tienes mucha imaginación

O el café que te dieron a tomar,

Tenía más drogas

Que las que tomó Alicia,

Cuando al país de las maravillas

fue a parar.

Tenéis vuestras teorías,

Os oigo hablar de ellas,

Lo hacéis todos los días,

Que tu vida será mejor,

Si eres optimista,

Lo siento,

No puedo estar de acuerdo,

He superado mucho,

Si necesidad de ese cuento,

Con el realismo como visión,

Y una actitud positiva,

Como catalizador,

Esa actitud es muy distinta,

De lo que vosotros llamáis,

Ser optimista,

Se basa en analizar,

Y una solución buscar,

Poner tus esfuerzos en ello,

Para una meta lograr,

Y no es mirar sonriendo,

Como va pasando el tiempo.

Mira bajo tus pies,

Las baldosas amarillas,

¿las ves?

Pues no están hechas de cemento,

Son de cristal,

Y se quiebran bajo tu peso,

Pues la droga de tus ojos,

Te impidió valorar,

Que el camino correcto,

Era el silencioso y oscuro,

Que ignoraste nada más verlo.

¿Moraleja de todo esto?

No al optimismo por bandera,

Que cada día sea un poco mejor,

Es lo que deberías intentar,

Aunque tengas que atravesar,

Todos los días el lodazal,

Hasta que sin darte cuenta,

Un día hayas llegado a alcanzar,

La meta que el optimismo

Nunca te habría hecho lograr.

Luces y sombras

Tiempos aciagos vinieron,

Arrasaron con todo,

Y con esfuerzo se fueron,

Dejando una ristra de lodo,

Destrozos y dolor.

Más va para largo esta vez,

La tormenta se estableció

Y no se la ve desvanecer,

La lucha en guerra se convirtió,

Pero esas muertes al parecer,

Tampoco al mal apaciguó.

Continúa el enfrentamiento,

Traiciones y batallas,

Que siembran los campos de muertos,

A ambos lados tras la victoria trabajada,

Que días después,

Se verá olvidada,

Pues la siguiente derrota,

Bajo toneladas de tierra,

Dejará enterrada.

Batalla sin fin y sin rendición,

Sin aliados ni espectadores,

Sin público, sólo determinación,

Por ver cuál de los dos lores,

El blanco o el negro,

Gemelos de nacimiento,

Se hará con el control

Y a la vez la pesadumbre,

De haber matado en combate,

A su complemento,

Su otro yo.

Tragos

Estrés,

Preocupaciones,

Reveses,

Marrones,

Como platos principales,

Como entremeses sufrimiento,

agobio suficiente,

Para dejarte sin aliento,

Y resultar frustrante.

Por eso se acaba hoy,

Voy a salir,

Cuidado en los bares,

Voy a quemar Madrid

Y nada de cerveza quedará,

Como tras Atila nada crecía en la tierra más.

Las preocupaciones las voy a meter,

Por una noche,

En el ámbar de una budweiser,

Los marrones,

A dormir al hotel,

Mi cama está ocupada hoy,

Como mucho hay un espacio,

Reservado para ti,

Si decides que la pena te valgo,

Y a mi lado te apetece dormir.

Mahou, cruzcampo, ambar,

Todas nacionales,

Todas válidas,

Con su amargo sabor,

Originario,

De la tierra que perdió el honor.

Checas, alemanas, belgas,

Todas buenas,

Mientras vengan en botellas,

Pues de algunas

A sus cervezas,

Antes que sus habitantes,

Muchas veces prepotentes,

Arrogantes.

Las americanas,

Con sus formas suaves,

En esto no son los mejores,

Pero su sabor también vale,

Les extraña que ni su sabor,

Ni poder militar,

En esta ocasión,

Victoria les permita entonar.

Cristales ambarinos,

Barriles plateados,

Unos de trago,

Los otros en minis rebosados,

Todos sinceros,

No como nosotros,

Los humanos,

Alejan los problemas

Y al día siguiente,

Como recompensa,

Una resaca estridente,

Que resulte esclarecedora

O te deje convaleciente